Hunter Biden era un usuario habitual de crack cuando conducía el Cadillac de su padre y compró ilegalmente un arma, según se escuchó en su juicio criminal, con la Primera Dama de Estados Unidos, Jill Biden, presente en la corte. Al hijo del presidente de EE.UU. se le acusa de mentir intencionalmente en un formulario para comprar un revólver y municiones en una tienda de armas en Wilmington, Delaware, el 12 de octubre de 2018.
La defensa argumentó que Biden, de 54 años, estaba en recuperación en ese momento, por lo que fue honesto cuando escribió en la solicitud que no era un usuario de drogas ilícitas. Esta es la primera vez que el hijo de un presidente en funciones de EE.UU. enfrenta un juicio. Biden podría enfrentar hasta 25 años de prisión si es declarado culpable de los tres cargos federales en el caso. Está acusado de mentir a un vendedor de armas con licencia federal, hacer una declaración falsa en la solicitud al decir que no era un usuario de drogas y poseer ilegalmente el arma durante 11 días.
Detalles del Caso
El fiscal Derek Hines, en su declaración inicial, dijo a los jurados que Biden había «cruzado la línea» al decidir comprar el arma y supuestamente mentir en la verificación de antecedentes federales. Hines enfatizó que «nadie está por encima de la ley», sin importar su nombre o estatus. También señaló que, aunque Biden no está acusado de violencia, el jurado escuchará sobre sus encuentros peligrosos durante transacciones de drogas donde estaban involucradas armas.
La defensa contraatacó afirmando que las acusaciones relacionadas con la violencia por drogas no tenían nada que ver con el período en el que Biden compró el arma en Delaware. El abogado defensor Abbe Lowell argumentó que la compra del revólver Cobra Colt .38 fue una decisión impulsiva bajo la presión de un dueño de tienda de armas insistente. Lowell destacó que el formulario de solicitud federal pregunta si el comprador es un usuario actual de drogas, no si alguna vez lo ha sido. Mantuvo que Biden estaba en recuperación en ese momento, habiendo asistido a una clínica de rehabilitación en California, y no se veía a sí mismo como un adicto.
Tragedias Personales y Apoyo
Hunter Biden se sentó con su equipo de defensa, mirando a menudo al jurado y siguiendo de cerca los procedimientos. La Primera Dama Jill Biden se sentó directamente detrás de él, mostrando su apoyo junto con Ashley Biden, la media hermana de Hunter, quien se mostró emocionada durante el juicio. El tribunal escuchó grabaciones del libro de memorias de Hunter de 2021, «Beautiful Things», donde describía su descenso en la adicción. Ashley Biden se conmovió visiblemente, en un momento apoyando su cabeza contra la Primera Dama y luego abandonando la sala del tribunal.
Drama en la Corte
La esposa de Hunter Biden, Melissa Cohen Biden, también estuvo presente en la corte y tuvo una confrontación con un ex asistente de Trump, Garrett Ziegler, en el pasillo. Según un reportero de CBS, la Sra. Cohen Biden lanzó una diatriba llena de improperios contra Ziegler, quien ha circulado mensajes e imágenes embarazosas de una laptop que una vez perteneció a Hunter Biden. Supuestamente, ella llamó a Ziegler «un nazi».
Problemas Legales Adicionales
Hunter Biden también enfrenta un juicio en California en septiembre por cargos de no pagar $1.4 millones en impuestos. El resultado del juicio actual, junto con las próximas batallas legales, probablemente seguirán atrayendo una atención pública y mediática significativa.